Por John H. Newman
Constituye una verdadera desgracia que los católicos nos mostremos menos inteligentes que los que no lo son. Y que los más inteligentes no tengan fe. Y esto, según Newman, viene de lejos, de muy lejos... pero tiene remedio. Para remediar esto es que en la Edad Media se fundaron las universidades y no para otra cosa. Ahora si los cristianos no quieren usar de su inteligencia y las universidades actuales son sólo fábricas de títulos, ayúdenme a pensar. Que es lo que hace Newman, con genio característico y candor irrefutable.