Por John H. Newman
Se ve que un aire anti-Parusíaco aletea hace tiempo entre nosotros... Por ejemplo, cuando me enseñaron la oración de Cristo, me dijeron que debía repetir lo que sonaba como "Vénganos tu Reino", una fórmula perfectamente inentendible que, desde luego, no me decía absolutamente nada. Me enseñaron a rezar en monsergas. Luego vinieron otras fórmulas, un poco más inteligibles, pero horribles, como la de "Venga a nosotros tu Reino", que tampoco refleja con precisión la segunda petición del "Pater": Adveniat regnum tuum. Como fuere, parece que así como hay una sola verdad dogmática encerrada en la petición/afirmación del "Marán athá" (Ven, Señor Jesús / El Señor Jesús viene), así también hay decenas de variantes anti-Parusíacas. Aquí el gran Cardenal Newman se dirige a los menos anti-Parusíacos de todos, y sin embargo... seguramente a más de uno le cabe el sayo.