¡Cuán pocos los amigos!
John Henry Newman
Nadie puede tener un millón de amigos, difícil tener más de unos pocos. Es natural, puesto que para cimentar una amistad hace falta mucho trato, trato íntimo, frecuente. Como el que tuvo Cristo con sus discípulos durante unos tres años. Y por eso, nos recuerda Newman, no se mostró, después de resucitado, sino a unos pocos: sus amigos. Ahora, hay más: nosotros, por ejemplo... ¿somos sus amigos? ¿somos pocos? ¿Jesús sigue teniendo pocos amigos?

Más Newmanía
- Cómo se esconde el pecado.
- El poder de la voluntad.
- ¡No importa!
- Pecados de debilidad (ánimo para cristianos mediocres, como ud. y como yo).
- "Mi alma está triste hasta la muerte"
- Cristo, sacerdote y víctima.
- Si la están pasando mal...
- Mundo inmundo.
- Dificultades de la caridad política.
- Lo que te espera desués de la muerte.
- Ver todas