Por John H. Newman
Después de traducir casi cuarenta sermones de Newman me quedó campaneando en el alma una pequeña duda, si acaso no se mostraba excesivamente rigorista en su formulación de las cosas. No estaba seguro, y se trataba más de un aire, de un ambiente victoriano que se cuela a través de su decimonónico inglés, y no era fácil decir cuándo, dónde, cuando dice qué... "to put your finger on it". Pero ya no tengo dudas, ya estoy re-tranquilo, después de este sermón, ¿quién se atrevería a llamar rigorista al gran Cardenal?